Para entender los beneficios reales de estos juguetes, primero hay que conocer bien la definición de “didáctico”. Este concepto se refiere a la adquisición y reforzamiento de algún aprendizaje. Entonces, para que un juguete sea realmente didáctico, debe enseñarle algo a los niños.
Tradicionalmente, los juguetes de madera se han asociado con este concepto. Sin embargo, esto no significa que sean didácticos, ni que los juguetes deban estar hechos en este material para poder enseñar.
Hoy, existen juguetes didácticos confeccionados en todo tipo de materiales y con distintas funciones. Como los niños desarrollan habilidades en cada etapa de su crecimiento, necesitan distintos tipos de juguetes a medida que crecen.
Dependiendo de su edad, los juguetes podrán apoyar el desarrollo de un conjunto de habilidades particulares. En términos generales, estas son las habilidades que pueden reforzar en cada etapa:
- Antes de los 3 años: Los niños aprenden a mover su cuerpo y manipular objetos, percibiendo su forma y tamaño. Por esto, los juguetes didácticos se centrarán en estimular sensaciones y en la observación.
- Entre 3 y 6 años: Se desarrolla el lenguaje y la capacidad de reconocer símbolos. Ambas cosas, se refuerzan por medio de la repetición monótona, con secuencias simples y fáciles de seguir.
- Sobre los 6 años: Aprenden reglas y las interacciones sociales, comprendiendo roles y responsabilidades. Los juegos en grupo son fundamentales en esta etapa.
Entonces, los juguetes didácticos ayudan al desarrollo por medio de la estimulación de habilidades y funciones motoras, la repetición de acciones y el reforzamiento de normas y conocimientos concretos.