Confianza personal
La capacidad para mantener la confianza en uno mismo se trabaja constantemente, ya que es fácil caer en lamentaciones, olvidando las cualidades que nos han llevado a tener éxito y desenfocándonos de lo que realmente queremos. Hay que contar con buenas bases para batallar en el mundo exterior. No es lo que te pasa, es como vives y enfrentas lo que te pasa.
Tener relaciones interpersonales sanas
Para ello, primero hay que ser fiel con una misma. Si intentamos constantemente satisfacer los deseos de los demás, la situación se transforma en un espectáculo de platillos chinos donde tarde o temprano la loza se romperá.
Hay que revisar todo lo que nos estanca —como círculos sociales tóxicos o de escaso crecimiento—, buscando reflejar lo sano en nuestro estado emocional, físico y espiritual.
Saber lo que se quiere
Es difícil hacer algo bien si no se tiene claro lo que se quiere. Por ello, será necesario establecer nuestros objetivos principales y enfocar los esfuerzos a evitar constantes desviaciones. Por supuesto, esto va de la mano con primero conocerse, para después seguir el camino trazado. Preguntas como ¿qué me gusta? o ¿qué quiero hacer? pueden ser el punto de partida en el camino al autoconocimiento. El match perfecto está en encontrar actividades de tu gusto que te hagan sentir bien.
Ser asertiva
Decir de forma directa lo que se quiere expresar sin herir a los demás es, sin duda difícil, pero es la única forma para estar en paz con nuestras decisiones. La clave está en hacer valer nuestros derechos entendiendo los deseos de los demás.